1. ¿Qué piensa la anoréxica?
Suelen preocuparse exageradamente por las calorías que tienen los alimentos que consumen. Hacen muchas dietas de adelgazamiento, realizan excesivo ejercicio físico, vomitan a escondidas, llevan ropa muy holgada, se miran mucho al espejo y preguntan continuamente a los demás si las encuentran más delgadas.
Tienen ansiedad, cambios de humor bruscos, se vuelven irritables, padecen alteraciones del sueño, se aíslan de la familia y amigos, buscan la soledad, pierden el interés por todo, y lo único que les importa es perder peso.
Sufren mucho y se sienten incomprendidas, piensan que cuando su familia les dice que coman es porque desean verlas gordas, que no les importan e incluso que estan contra ellas.
Por ello la depresión y la ansiedad pueden llegar a convertirse en un serio problema que se asocia al de la desnutrición.
Sus pensamientos con respecto a la comida y su cuerpo son irracionales. Los más frecuentes son: "si me he dado un atracón de comida debo ayunar por lo menos tres días completos", suelen prestar excesivamente atención a esas partes de su cuerpo que no le gustan, se comparan con personas que tienen esas características que a ellas les gustaría tener, piensan que son rechazadas por los demás por ser obesas, etc.
El gran problema es que hasta etapas muy avanzadas, las pacientes no tienen conciencia de padecer alguna enfermedad. Por esto es importante que en cuanto los padres detecten algún síntoma de la enfermedad en sus hijas se informen y orienten por algún profesional.
2. ¿Cómo detectarla?
La paciente evita acudir a la mesa a la hora del resto de los comensales. Se las arregla para comer sola, evitando así que nadie sea testigo de lo que come.
Se desencadenan conductas "extrañas" con respecto a los alimentos: desmenuzan la comida en el plato en trocitos ínfimos, la desperdigan por el plato y guardan pedazos de comida por los rincones de la casa no siendo extraño encontrar pedazos de pan u otros alimentos bajo la almohada.
Con frecuencia, cuando se levantan de la mesa, van directamente al baño con la intención de provocarse el vomito antes de que el alimento se digiera.
Suelen ser muy inteligentes y generalmente poseen bastantes conocimientos relacionados con la nutrición ya que leen con avidez todo lo relacionado con esta materia.
Tienen un temor exagerado a engordar. A pesar de tener un peso por debajo del normal, comentan que estan gordas o que cierta parte de su cuerpo es demasiado gruesa.
No presentan la regla por lo menos durante tres meses consecutivos, pero a pesar de que conocen las consecuencias de esto sobre su futura descendencia no son capaces de asimilarlo y relacionarlo con su enfermedad.
3. Pronóstico
A los 10 años fallece el 3% de las chicas afectadas. Esta cifra sube al 5% si se trata de chicos. En el 25% la enfermedad se hace crónica apareciendo alteraciones como trastornos mentales, anemia, osteoporosis, infecciones...
El número de pacientes que logra su recuperación no llega al 50%, y aun así es conveniente que no falte el apoyo psicológico periódico.
4. Tratamiento
El tratamiento de la anorexia nerviosa es complejo y requiere de un equipo de especialistas compuesto por psicólogos o psiquiatras, especialistas en nutrición, endocrinos y especialistas en medicina interna.
El primer escalón del tratamiento es concienciar al paciente de que está sufriendo una enfermedad. A pesar de su aspecto, del cese de la regla y de la debilidad generalizada, el paciente no reconoce su enfermedad. Es necesario que se le explique que es una enfermedad muy seria y muy grave.
Excepto en algunos casos que requieran ingreso en el hospital, es preferible realizar el tratamiento sin ingreso.
El paciente debe tener asesoramiento nutricional y apoyo psicológico. Puede ser muy beneficiosa la incorporación a grupos de autoayuda.
5. El papel de la familia
En un primer lugar es necesario que los familiares conozcan los síntomas que pueden estar indicando una anorexia.
Deben además ser conscientes de que enfrentan a una enfermedad y el paciente no acyua así por capricho o por desobedecer.
Una vez detectado el problema es muy importante la prevención familiar y escolar, por lo que la familia debe acudir al médico, aunque no cuenten con el consentimiento de la paciente. Desde aquí se le irán dando pautas y orientaciones necesarias.
La familia tiene que saber que para tratar la anorexia es necesaria la ayuda del médico, del endocrino y del psicólogo. Y que la ayuda no debe ser solamente para la paciente anoréxica sino también para la familia que convive con ella.
Los familiares deben tener información sobre la enfermedad, los síntomas más frecuentes, qué hacer ante situaciones concretas, cómo tratar al familiar enfermo, cómo hacer frente y manejar situaciones que producen ansiedad en todos los miembros de la familia, etc.
Con frecuencia las familias de los afectados tienen de base graves conflictos internos que son los causantes, entre otras, de esta enfermedad, de modo que es necesario un tratamiento integral familiar.
Muchas veces los padres se resisten a ser tratados porque piensan que el problema no es suyo sino de su hija. Aunque con el tiempo solicitan este tipo de ayuda debido al deterioro familiar que se produce en algunos casos o se aumenta en otros. Se dan cuenta de que no saben que hacer con la situación en la que se encuentran, que no saben como tratar al enfermo, sufren problemas de ansiedad, etc.
En estos casos la terapia de grupo es muy eficaz, y conocer a familias con la misma problemática es muy útil.
Fuente:
Dra. Dª. Ana María Roca Ruiz
Médica y Odontóloga. Máster en Nutrición
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