Si lo confieso soy un perdedor..., un perdedor de peso, he perdido 15 kg, si alguien los encuentra se los puede quedar, no los necesito.
A los que llevamos años en los que nuestra única actividad física ha sido alargar el brazo para coger el mando a distancia de la tele, no se nos puede pedir que de la noche a la mañana nos pongamos a correr kilómetros o ir a un gimnasio a levantar y mover kilos de pesas, por eso tenemos que empezar poco a poco, primero para evitar alguna lesión en nuestro oxidado cuerpo y segundo para que el primer día de ejercicio no sea también el único.
Yo era de los que creía que no estaba tan bajo de forma y que mis kilitos de más no eran demasiados, con 1,73 de altura pesaba 83 y con tendencia a caer al abismo de los 90.
Así que como ya he contado en otro texto que publique, un día marque un comienzo y empece el camino hasta una meta. La gente que sabe de estas cosas de motivación y "coaching" dice que los proyectos tienen que estar acotados en el tiempo, tienen que ser limitados y asumibles. Es desmoralizador marcase una meta a la que no podamos ni tan siquiera aproximarnos. Por eso es importante que el primer reto sea relativamente fácil de conseguir, si pretendes perder 30 kilos en un mes seguro que vas a fracasar, así que es mejor perder un kilo en una semana, va a ser más fácil y también más sano y el conseguirlo te dará moral.
No hemos de confundir lo probable con lo posible; ¿Es posible perder todo el peso que nos sobra en unas semanas? Tal vez si, pero es poco probable que esto suceda. Las cosas bien hechas requieren su tiempo.
Tan importante como el ejercicio y la alimentación es la disciplina, el autocontrol, la constancia y el esfuerzo. No es nada fácil perder esos kilos que durante tanto tiempo lentamente pero sin pausa hemos ido acumulando, así que para conseguir el resultado inverso hemos de desandar el camino que nos ha llevado a esta situación, que será igual de largo pero es posible hacerlo en menos tiempo, La fórmula es sencilla: hemos de gastar más energía que la que ingerimos, eso siempre que no tengamos algún problema de salud o algún trastorno, entonces la solución es un especialista en la materia. Un proyecto sobre el papel se ve sencillo, sobre el terreno la cosa cambia, así que es bueno tener una planificación y respetarla, aquí es donde entra en juego la disciplina. Es mejor ir por etapas, establecer nuestra meta como la suma de todas ellas, será más fácil, más llevadero incluso podemos fallar en alguna etapa, pero eso no importa, sólo será un tropiezo en el camino, una pequeña dificultad que podemos superar, pero no será un estrepitoso fracaso que acabe con nuestro propósito principal.
Más ejercicio, menos comida es igual a menos peso. Pero cuidado hay unos límites, no debemos alterar el equilibrio de todos los nutrientes necesarios para nuestra salud, tenemos que satisfacer las cantidades necesarias que son indispensables para el buen funcionamiento nuestro organismo.
Perder peso es como conquistar el Everest: difícil. Es mejor pensar que va ser así, aunque luego no sea para tanto, pues cualquier pequeño avance cobra más importancia y nos motiva más. Las montañas de este tipo se conquistan con la técnica del asalto, primero de establece un campo base, luego se equipa la ruta y se instala el campo uno, luego el dos, el tres, etc. Los alpinistas van subiendo y bajando entre campo y campo para aclimatar sus cuerpos a la altura, al final llega el día de coronar la cima pero ahí no acaba la aventura, todavía queda descender, con el peso es lo mismo; primero preparamos el cuerpo, luego lo entrenamos, conseguimos el propósito y después lo mantenemos.
No se sí me reflexión os ayudara, espero que si. Así que no te entretengas más y diseña tu estrategia para perder tu también los kilos que te sobran.
Mañana es tarde.
tracklander
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